La calle Bismarck amaneció transformada en calle Xabi Alonso en la mañana de ayer, en Leverkusen. En el curso de la noche del sábado, los hinchas del equipo habían cambiado todos los carteles de esta popular vía travesera del suburbio más entusiasmado de Colonia, un pueblo cuya identidad se vincula a la sede central de la Bayer. La multinacional químico-farmacéutica atraviesa la peor crisis desde la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial. Las acciones cayeron un 56% en el último año, pero de la mano de Xabi Alonso su club de fútbol, el Bayer Leverkusen, ganó la primera Bundesliga de su historia centenaria. La victoria ante el Werder Bremen provocó el esperado alirón. La multitud congregada en el Bay Arena celebró su fiesta más grande tras 11 años de dominio indisoluble del Bayern Múnich.

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Hradecky, Edmond Faycial Tapsoba, Jonathan Tah, Kouakou Odilon Kossounou, Piero Hincapie Reyna (Grimaldo, min. 76), Xhaka (Exequiel Palacios, min. 76), Robert Andrich, Nathan Tella (Jeremie Frimpong, min. 62), Victor Okoh Boniface (Schick, min. 61), Amine Adli (Florian Wirtz, min. 45) y Jonas Hofmann
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Michael Zetterer, Julián Malatini, Christian Groß, Veljkovic, Bittencourt (Isak Hansen-Aaröen, min. 76), Weiser, Romano Schmid, Senne Lynen, Felix Agu (Olivier Deman, min. 69), Nick Woltemade (Kownacki, min. 69) y Marvin Ducksch
Goles 1-0 min. 24: Victor Okoh Boniface. 2-0 min. 59: Xhaka. 3-0 min. 67: Florian Wirtz. 4-0 min. 82: Florian Wirtz. 5-0 min. 89: Florian Wirtz.
Árbitro Harm Osmers
Tarjetas amarillas Amine Adli (min. 30) y Bittencourt (min. 46)
“Lo que Xabi ha hecho con este equipo ha sido soberbio”, dice Michael Reschke, que además de ser una leyenda entre los formadores de la cantera del Leverkusen fue director deportivo del club entre 2004 y 2014, cuando lo fichó el Bayern de Guardiola. Su primer fichaje para el club de Múnich fue Xabi Alonso. Ayer Reschke cantó el alirón en el Bay Arena, emocionado ante la obra del técnico español. “Pep y Klopp”, observa Resckhe; “han sido los entrenadores más dominantes del siglo. Pep ha sido el entrenador más influyente en las últimas décadas y Klopp ha sido el revolucionario que logró transformar por completo los clubes y las comunidades donde trabajó: Mainz, Dortmund y Liverpool. Xabi tiene lo mejor de Klopp y de Guardiola. Me consta que la influencia de Pep sobre Xabi fue decisiva desde que coincidieron en el Bayern”.
El último entrenador que levantó el escudo de la Bundesliga para un equipo que no sea el Bayern fue Jürgen Klopp en el Dortmund, en 2012. El sucesor en la línea de rebeldes que se alzan con éxito contra el omnipotente club bávaro es Xabi. A sus 42 años, el entrenador vasco se consagra tras una temporada y media en un banquillo de primera categoría. “¡Nadie puede imaginar en España cómo quiere la gente a Xabi en Alemania!”, dice Reschke. “Hoy Xabi es la persona más popular de Renania con mucha diferencia. Todo el mundo adora su calma, su confianza, su carácter. Lo que ha hecho en Leverkusen, sin arrogancia, sin palabrería, es uno de los mejores trabajos que se han visto a un entrenador en los últimos 40 años. Esto es histórico. Contra el West Ham en Liga Europa vimos siete jugadores del Leverkusen jugando a un toque en el área del West Ham; con Jonathan Tah el último hombre, metido 25 metros en campo del West Ham. ¡Increíble!”.
Dice un miembro del cuerpo técnico del Leverkusen que un día un jugador interpeló a Xabi para decirle que aquello que pedía era impracticable. Que en cierta circunstancia del juego del mediocampo, hacer ese el pase que exigía implicaba arriesgarse gravemente a perder la pelota. Entonces Xabi, que si por algo se caracterizó desde que se sentó en el banquillo del San Sebastián es por sus redoblados esfuerzos por mostrarse humilde, se revolvió. “No es tan difícil”, advirtió. Como si su corazón de mediocentro hubiera bombeado una descarga de vanidad, se metió en el campo de entrenamiento, y en plena simulación de partido cogió el balón y tras abrirse un horizonte con el movimiento colocó la pelota allí donde había dicho que había que enviarla. “¡Se hace así!”, indicó. Los jugadores se rindieron al entrenador, al líder, y al ídolo. La magia de este Leverkusen es que con el correr de los meses, desde el verano de 2023, el atormentado Exequiel Palacios, el extravagante Granit Xhaka, el tímido Jonathan Tah, y el aventurero Edmond Tabsoba, fueron adquiriendo el sentido de la sobriedad y el criterio certero del hombre que les enseña a pasar la pelota. Se formó un carácter sólido.
Nadie ha logrado ganarle un partido al Leverkusen esta temporada. Ante el Werder, sin Wirtz, sin Palacios, sin Frimpong ni Grimaldo en el equipo titular, embarcado en una rotación para preparar la eliminatoria con el West Ham en Liga Europa, el equipo conservó su forma, su estilo asociativo y su dominio. Gracias a los goles de Boniface, Xhaka y Wirtz, que hizo tres, alcanzó el 5-0 y los 29 invictos. Con la victoria, superó el récord de imbatibilidad en una campaña que hasta ahora ostentó el Bayern de Guardiola.
“El Bayer tiene un súperentrenador”, observa Jonas Boldt, que entró al Bayer como ojeador en 2007 y se marchó al Hamburgo siendo director deportivo en 2019. “Xabi no ha inventado un sistema con su 5-3-2; pero ha dado todo lo que tenía a su equipo: experiencia, paciencia, hambre, calidad. ¿Qué le faltaba a Xabi? Lo ganó todo y tiene todo: éxito como jugador, éxito como técnico, querido por la gente, intachable en todos los sentidos. Muestra una tranquilidad como si a su lado todo fuera solucionable. Los jugadores lo ven como un líder que no persigue su beneficio personal sino ayudarlos a ellos. Ese tipo de figuras ayudan muchísimo a un club. Para mí una clave de este éxito es Kim Falkenberg, que salió de la cantera del Leverkusen y se convirtió en un jefe de detección de talentos excepcional. Kim ha elegido un montón de buenos jugadores que han mejorado su posición gracias al liderazgo de Xabi”.
Camino del triplete
Los aficionados cantaban: “¡Nie deutscher Meister… Wir werden nie deutscher Meister!”. “¡Nunca seremos campeones de Alemania!”. Se reían de sí mismos. Durante medio siglo desde que ascendieron a la Bundesliga en 1979, habían rozado el título y lo habían perdido por una razón u otra, y habían oído a las hinchadas rivales entonar la más cruel de las estrofas: “¡Nunca seréis campeones de Alemania!”. El destino negro se iluminó con Xabi Alonso y con jugadores como Wirtz, el joven mediapunta, gran promesa del fútbol alemán, a sus 20 años autor de tres goles el día del alirón, el último, pistoletazo de la invasión de campo, de las lágrimas, de los abrazos interminables del río humano. La muchedumbre se tragó a los jugadores. Xabi, lejos de huir al vestuario, se lanzó al mar rojinegro de amor eterno.
El título se decidió en la jornada 29, cuando todavía quedan cinco por jugarse, pero el Leverkusen ha sido tan dominador en Alemania este curso que le saca 16 puntos de diferencia al segundo clasificado, el Bayern Múnich, a falta de 15 por disputarse. El Bayer también está en la final de la Copa de Alemania —en la que es favorito ante el Kaiserslautern, actualmente en la segunda Bundesliga— y tiene allanado el camino hacia la semifinal de la Liga Europa tras la victoria por 2-0 en la ida ante el West Ham. El equipo de las aspirinas está invicto en esta temporada en todas las competiciones y puede coronar su gran campaña con tres títulos.
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