El Gobierno de La Rioja votó en febrero de 2021 a favor de la protección del lobo en todo el territorio español. Lo hizo con el resto de comunidades autónomas, en una reñida consulta en la que se decidió incluir a la polémica especie en un listado que implica la prohibición de su caza en todo el territorio nacional. Dos años después y con unas elecciones por medio, que han dado el poder al PP en la comunidad y han relegado al PSOE a la oposición, los nuevos dirigentes riojanos han remitido una carta al Ministerio para la Transición Ecológica en la que piden la vuelta a la antigua normativa. Con ella se abatían legalmente en toda España unos 100 lobos cada temporada. Especialistas en el cánido y ecologistas consideran este cambio de rumbo una muestra del uso indebido y partidista que muchos políticos realizan de la conservación de las especies.
La Rioja argumenta que el lobo lleva dos años “sobreprotegido”, lo que ha provocado un aumento de población de la especie y de los ataques al ganado. Y, además, era uno de los puntos de su programa electoral, al igual que del PP nacional, lo que da una pista de la carga política que acompaña al cánido. “Es una petición de propaganda de un partido, que olvida el marco legal actual, pero ni la conservación del lobo ni de otras especies tiene nada que ver con el gobierno de turno; se basa en criterios científicos”, responde Nacho Sánchez, de ASCEL, la organización conservacionista de los que partió la propuesta que incorporó al lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE). Antes, el carnívoro se podía cazar al norte del Duero y estaba estrictamente protegido por debajo de ese límite.
El lobo es un animal tan manoseado por los responsables políticos ―debido a los votos que arrastra por los conflictos con la ganadería― que los partidos son capaces hasta de aparcar sus diferencias. El rechazo a ampliar la protección del lobo unió en 2021 a Asturias (gobernada por el PSOE), Cantabria (Partido Regionalista Cántabro), Castilla y León (PP y Ciudadanos) y Galicia (PP). Estas cuatro regiones, con el 95% de la población del cánido en España, han presentado recursos contencioso-administrativos contra la decisión tomada por el Ministerio para la Transición Ecológica. También las organizaciones agrarias más importantes.
Otra muestra de la utilización de la especie en época electoral se vivió en Ponga (Asturias). A primeros de mayo, a tres semanas de los comicios autonómicos, aparecieron dos cabezas de lobo en las escaleras del Ayuntamiento, minutos antes de que llegara el presidente del Principado, el socialista Adrián Barbón. Un macabro mensaje a los gobernantes.
Pero el aprovechamiento de la polémica especie va más allá. “Se ha convertido en un emblema para unos y otros, políticos, ganaderos, ecologistas… e incluso aviva la brecha entre el mundo urbano y el rural. Y eso es malísimo si se quiere alcanzar una coexistencia con la especie”, lamenta Yolanda Sampedro, miembro de la Fundación Entretantos, organización sin ánimo de lucro que media en este tipo de conflictos. Y advierte del riesgo que suponen los “políticos avivando la polarización de las posturas”.
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Cuatro manadas y 28 ejemplares
En 2019, existían en La Rioja tres manadas y una itinerante, esta última compartida con Castilla y León. El balance entonces fue de 630 animales muertos en ataques. Tres años después, en 2022, con cuatro grupos reproductores confirmados con 28 individuos, y sin cupos de caza de lobo, esa cifra subió a 680, indica un portavoz de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente de La Rioja. Concluyen que tras estos dos años de “sobreprotección”, en los que los daños se han extendido a toda la comunidad, hay que tomar una nueva decisión al respecto y entienden que es “el ministerio quien debe iniciar esos trámites”. Aún no han obtenido ninguna respuesta del Estado, aseguran las mismas fuentes.
La petición carece de recorrido legal, advierte Carlos Javier Durá, investigador del Centro Internacional de Estudios de Derecho Ambiental (CIEDA) del Ministerio de Ciencia e Innovación. “Es un gesto de cara a la galería, a sus votantes, y es ir contra sus propios actos [por el voto favorable de 2021]”, explica. En este sentido, Juan Carlos Blanco, biólogo especializado en lobos, añade que la especie “se incluyó en el listado no porque haya muchos o pocos ejemplares, sino por su importancia cultural y científica y por los servicios ambientales que ofrece a los ecosistemas naturales”. Unos valores que “no van a variar nunca, así que no veo las razones que se podrían aducir para sacar al animal del LESRPE”.
“La población crece, que es lo esperable, pero tampoco aumenta tantísimo como se quiere hacer creer”, añade Blanco. “El lobo es una especie completamente politizada, aquí y en todo el mundo”, asegura. Las comunidades autónomas tienen que “dejar claro que están a favor del ganadero y eso significa estar en contra del lobo”. El conflicto, señala, “es una guerra cultural de la sociedad, que se ha recrudecido con la polarización política y la utilización partidista de estos temas”.
Volvería a “votar a favor”
Alejandro Dorado, exconsejero de Sostenibilidad y Transición Ecológica del anterior Gobierno riojano, del PSOE, esgrime argumentos similares al biólogo al explicar que volvería “a votar a favor” de incorporar al cánido al LESRPE. “Nuestra decisión no fue un capricho, se basaba en un dictamen del Comité Científico del ministerio”, explica. El comité es un órgano consultivo formado por investigadores de diferentes universidades y centros, como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
“Esa opinión de expertos no ha cambiado y, además, es una especie beneficiosa en el ecosistema; por ejemplo, caza ungulados que pueden portar enfermedades como la tuberculosis, transmisible al ganado”, aclara. Para minimizar los problemas con los ganaderos, los socialistas ampliaron las indemnizaciones a toda la comunidad, construyeron cercados y pagaron pastoreo nocturno.
Otro aspecto a tener en cuenta que se está dejando de lado, aporta Durá, investigador del CIEDA, es el cambio de mentalidad en la sociedad en cuanto a la relación con el medio. Recuerda que en “Europa ya se ha puesto en marcha una plataforma para la coexistencia con los grandes carnívoros, como el oso o el lobo, y ese es el camino a seguir, no otro”. Durá ha recorrido gran parte de España y Europa recopilando datos y matiza que los grandes choques se producen en lugares a los que el lobo regresa después de décadas.
Luis Ángel Altuzarra es uno de los ganaderos riojanos que se ha topado desde hace un par de años con un lobo del que casi se había olvidado. “Empezó a llegar a raíz de la pandemia”, comenta este hijo de ganaderos, dueño de un rebaño de 170 ovejas en la zona de Ezcaray. Esta semana ha sufrido un ataque y ha perdido tres ovejas. “No es que no las cuide”, advierte. Tiene un vallado en el campo que le construyó el Gobierno regional y cinco mastines. Procura que no se quede ninguna oveja fuera del cercado por la noche, pero hay veces que se meten en zonas muy oscuras y se despistan. “También hay algún ataque por el día, porque aunque los perros son listos, ellos son más”, asegura. Altuzarra no está en contra del lobo, pero considera que hay que controlarlos.
Actualización del censo de lobos
Según una portavoz del Ministerio para la Transición Ecológica, el departamento tiene previsto dar traslado en los próximos días a La Rioja de las iniciativas que tiene en marcha para la actualización del censo nacional del lobo 2012-2014, así como para la realización de un programa de captura, marcaje y seguimiento a escala nacional de la especie, con el fin último de facilitar a las administraciones un mayor y mejor conocimiento, que ayude a fundamentar y justificar las decisiones de gestión, dentro del marco normativo y estratégico vigente que resulta de aplicación a esta especie.
El ministerio está requiriendo a todas las comunidades autónomas con presencia de lobos información actualizada sobre datos poblacionales de la especie que puedan analizarse en el marco del Grupo de Trabajo del Lobo Ibérico del Comité de Flora y Fauna Silvestres, además de en las reuniones de coordinación interadministrativa que se vienen manteniendo sobre dicha especie a nivel estatal.
El ministerio subrayará que, en línea con las recomendaciones de la Comisión Europea, el Gobierno de España ha venido impulsando durante los últimos años un enfoque basado en la aplicación de medidas preventivas y en la indemnización de los daños generados por la especie sobre las actividades del medio rural, para tratar de lograr la coexistencia entre la ganadería extensiva y la presencia del lobo en nuestro medio natural. Por eso, el departamento de Teresa Ribera aporta medios económicos muy significativos (20 millones de euros al año desde 2022) para prestar apoyo a las administraciones competentes tanto en la compensación de los daños del lobo al ganado como en la aplicación creciente de medidas preventivas, con el convencimiento, siempre basado en el conocimiento científico de que, según aumenten estas últimas, disminuirán los daños y, por tanto, la conflictividad social asociada a la especie.
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