Unas 500.000 personas marcharon por el centro de Varsovia el domingo por la tarde en una gran manifestación contra el partido gobernante Ley y Justicia (PiS), organizada en el 34 aniversario de las elecciones revolucionarias que terminaron efectivamente con el régimen comunista en Polonia.
La marcha fue convocada por Donald Tusk, exprimer ministro polaco y expresidente del Consejo Europeo, que ahora lidera su partido Plataforma Cívica (PO) en un intento por derrotar al PiS en las elecciones previstas para finales de este año.
«Están todos aquí porque creyeron que podemos ganar», dijo Tusk a la multitud, que llenó la Plaza del Castillo de Varsovia. La gente en la multitud ondeaba banderas blancas y rojas y carteles antigubernamentales, incluidos los famosos localmente con ocho asteriscos, que significan en polaco «f *** PiS».
“Aquí está mi promesa de hoy: ganaremos esta elección y haremos que el PiS rinda cuentas”, dijo Tusk.
La manifestación, que parecía ser la mayor protesta política en Polonia en décadas, se produjo pocos días después de que el amistoso presidente del PiS, Andrzej Duda, aprobara una controvertida legislación que establece una comisión especial para investigar la influencia rusa en la seguridad de Polonia. La comisión tendrá amplios poderes, incluido el poder de abofetear a cualquiera que tome decisiones políticas en manos de Rusia con una prohibición de 10 años para ocupar cargos públicos.
La oposición polaca dijo que las sanciones propuestas por el comité especial podrían usarse para sacar a Tusk de la política bajo acusaciones falsas.
Tras las críticas en Polonia, así como en los Estados Unidos y la UE, desde entonces Duda se ha movido para diluir los poderes de la comisión. Sin embargo, esto requeriría otra votación en el parlamento.
Polonia se está preparando para lo que se espera que sea una elección reñida este otoño. Según la encuesta de encuestas de POLITICO, la plataforma cívica de Tusk actualmente está detrás del PiS. Pero el oficialismo no tiene suficientes apoyos para garantizarle una mayoría en el próximo parlamento.
La posición del PiS en las encuestas se ha debilitado en 2023 a raíz de una inflación de dos dígitos y una desaceleración económica. Se espera que ambos disminuyan a finales de este año, quizás dando al partido gobernante un respiro para superar a la oposición y asegurar un tercer mandato consecutivo sin precedentes.
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