El macho es de origen italiano (Canis lupus italicus), la hembra nació en España (Canis lupus signatus) y han formado la única pareja de lobos ibericoitálica que se conoce. Viven en el Bajo Aragón, por la zona de Alcañiz, Hijar y Caspe. Los cánidos procedentes de Italia y afincados en Francia, dónde cuentan con un núcleo estable, comenzaron a pasar a España por los Pirineos hace años, pero hasta ahora no se había constatado el emparejamiento de ejemplares de las dos poblaciones, según adelantó AgraInfo. Los científicos llevaban años esperando esta cita que consideran una gran noticia porque supondrá un enriquecimiento para la especie en el caso de que se lleguen a reproducir.
“La pareja está muy consolidada y si aguantan así, es posible que la próxima temporada críen”, comenta Manuel Alcántara de la Fuente, jefe del servicio de Biodiversidad del Gobierno de Aragón. La época de celo de la especie empieza a finales de invierno y los nacimientos se producen en primavera. El técnico considera “improbable” que hayan procreado este año y que no se haya detectado a los cachorros, porque en las fotos y vídeos tomados la hembra está muy delgada y no se observan las mamas desarrolladas.
El lobo regresó a Aragón a principios de los 2000 con apariciones ocasionales. Hasta que en 2017, un macho (de origen transalpino) se estableció en Los Monegros. Desde entonces, el Gobierno aragonés ha confirmado con análisis genéticos la presencia de cinco cánidos en su territorio: cuatro lobos de origen italiano y una loba ibérica. Uno de los machos, el que vivía en Los Monegros, al que también se vio con la hembra, murió atropellado este abril en Alcañiz (Teruel), otro pasó de forma fugaz por la comarca de la Jacetania y otro, muy movido, entra y sale de la comunidad hacia Cataluña o Francia. En la actualidad, los dos únicos ejemplares fijos en Aragón son la pareja ibericoitálica, y lo normal es que continúen juntos, porque es una especie de tendencia monógama.
“Es una noticia estupenda, pero lo histórico sería que se reprodujeran, porque mejoraría la genética del lobo ibérico y estamos en puertas de ello”, sostiene Luis Suárez, coordinador de conservación de WWF. Los cánidos italianos alcanzaron los Pirineos hace tres décadas después de dejar atrás los Apeninos, los Alpes y toda Francia, cruzando autopistas, infraestructuras y superando múltiples obstáculos. En 1992 ya estaban en Francia dónde se establecieron. De ahí saltaron a España. “Pero no se reproducen porque casi todos los ejemplares son machos. Aunque las hembras también se diseminan, son los lobos los que suelen recorrer mayores distancias”, explica Juan Carlos Blanco, doctor en Biología y experto en el carnívoro. “Se trata de ejemplares dispersantes, que yo llamaría de origen francoitaliano, porque probablemente hayan nacido en Francia, aunque procedan de Italia”, aclara.
Blanco descarta que el cruce de las poblaciones implique algún tipo de problema. “Podría existir controversia si tú los trajeras, pero han llegado solos, es una decisión de la especie, y lo que salga va a contar con una diversidad genética mayor y va a ser una aportación más a la regeneración del lobo europeo”, argumenta. El investigador no considera importante la polémica sobre si son o no una subespecie diferente, “lo cierto es que hace 300 años los lobos iban desde Andalucía hasta Noruega y apenas había diferenciación”. Las poblaciones se han quedado aisladas y han desarrollado ciertas diferencias, que no se pueden considerar importantes desde un punto de vista adaptativo. “Pero todos proceden del mismo tronco”, sostiene.
Las dos poblaciones son tan parecidas, que es muy complicado diferenciar la procedencia de los ejemplares a simple vista. “Solo son matices casi imposibles de detectar”, comenta Alcántara de La Fuente. En lo que no encuentra similitudes es en el espíritu viajero de unos y otros. “Da la impresión de que los procedentes del país transalpino se dispersan más, han recorrido media Europa, y han pasado por zonas tan humanizadas como el golfo de Marsella, pero los de aquí no se mueven”, plantea. Luis Suárez, de WWF, piensa que el problema se encuentra en la forma en la que se ha controlado a la especie antes de su protección total. “Al cazarlo tanto se ha cortado su expansión. Los ejemplares no pasaban de La Rioja y nunca han llegado a los Pirineos, ¿cómo es posible?”, denuncia.
La información es la primera herramienta contra el cambio climático. Suscríbete a ella.
Suscríbete
Si la pareja aragonesa formara una manada, podría producirse una conexión con el límite actual de la población ibérica en Guadalajara, y eso implicaría una extensión de la especie hacia el este. “Ahora mismo están separados por media provincia de Guadalajara y casi toda la de Teruel”, concreta Blanco.
La expansión de la especie levanta las alarmas de tal forma, que la Unión Europea está estudiando una posible rebaja de su protección. “El lobo siempre genera preocupación y hay cierta inquietud, pero aquí los daños no son tantos y estamos en contacto permanente con los ganaderos”, señala Alcántara de la Fuente. Además, existen ayudas para la protección de las cabañas ganaderas, con vallados y mastines. “Cuando el lobo apareció por Los Monegros se pensaba que iba a ser una hecatombe, y no fue así”. En la zona donde se ha establecido la pareja, los animales silvestres de los que se puede alimentar es abundante, hay conejo, corzo o jabalí.
Puedes seguir a CLIMA Y MEDIO AMBIENTE en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal
Suscríbete para seguir leyendo
Lee sin límites