Del susto de Lewandowski al récord de Lamine Yamal | Fútbol | Deportes

Wendell ante Lamine Yamal, en el duelo entre el Porto y el Barcelona.MANUEL FERNANDO ARAUJO (EFE)

En el vestuario del Barcelona sabían que la visita al Estadio de Do Dragão sería hostil. Para João Félix, por supuesto, pitado en cada pelota que tocaba por su pasado como jugador del Benfica; también para el fútbol del Barcelona, agobiado por la presión intensa de los muchachos de Sérgio Conceiçao. “En la previa habíamos hablado de que aquí estaba media clasificación. Hemos demostrado que somos muy buenos con balón, pero que también sabemos sufrir sin balón”, analizó Ferran Torres. Y se sumó Xavi Hernández: “Ayer hablábamos de imponer nuestra personalidad. La primera parte es muy buena. En la charla ya comenté que era muy importante jugar en campo contrario. No hemos estado finos en la segunda parte. Sin haber hecho nuestro mejor partido, hemos sumado tres puntos vitales. No hemos jugado bien, pero ya lo haremos”.

A Xavi, entonces, no le quedó más remedio que rectificar: arropó a Oriol Romeu con Gündogan para potenciar la salida de balón de los azulgrana. El paso atrás del centrocampista alemán liberó a Gavi, sin éxito en el ataque, con Lewandowski alejado de la portería del Oporto. Una noche gris del polaco que terminó de la peor manera. Una entrada de David Carmo en el minuto 21 dejó al delantero tocado. Intentó aguantar, pero fue en vano. Pasada la media hora, Lewandowski pidió el cambio. Un problema para Xavi, que cuenta con una plantilla corta (19 jugadores, más Lamine Yamal y Fermín) y ya suma cuatro futbolistas en la enfermería: De Jong, Pedri, Raphinha y ahora el polaco. Los servicios médicos del Barcelona tranquilizaron al cuerpo técnico. En principio, Lewandowski solo sufre una contusión en el tobillo izquierdo. “Lamine se sentía mal. Llevaba un rato diciéndome que se sentía mal, que estaba indispuesto. Que le dolía la barriga. Hemos aprovechado un parón, pero no ha podido seguir”, contó Xavi. Y añadió: “Tenemos tiempo para recuperar a la mayoría de los jugadores. Esperemos que lo de todos sea poca cosa”.

Alivio para Xavi y también para Lewandowski, que se llevó una ovación sorpresa de la afición de los dragones cuando fue reemplazado. Lo que la hinchada del Oporto no sabía que el remedio para el ataque del Barcelona estaba en el banquillo. Ferran Torres, autoproclamado el Tiburón esta temporada para motivarse ante la adversidad, regaría de tranquilidad a su equipo. “Hay que aprovechar cada minuto porque está muy caro jugar en el Barça”, sostuvo Ferran.

Alterna todavía buenas con malas el valenciano, más cerca del gol que la temporada pasada. Hasta ahora ha marcado cuatro dianas en sus últimos nueve partidos en todas las competiciones, los mismos que había firmado en los anteriores 32. En Oporto, en el mismo estadio en el que se estrenó Leo Messi en 2004 con el Barça, Xavi prefirió de entrada la habilidad de Lamine Yamal, que se convirtió en el jugador más joven en debutar como titular en la Champions (16 años y 83 días), al buen momento de Ferran. La lesión de Lewandowski le obligó a rectificar. Y, el Barça, después de dos cursos, por fin respira en Europa. “Este es el club más difícil del mundo. Ganas 1-0 y la gente ve el vaso medio vacío. Eso no pasa en ningún otro club. Nos hacía falta esto. Nos estaba faltando ganar en Europa. Hemos sufrido muchísimo al final”, cerró Xavi Hernández.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

By Jenifer Sandoval

Te puede interesar